Cabeza monumental de Balzac
Auguste Rodin (1840 -1917)
En torno a 1897, realización de 1902-1904
Gres esmaltado
Alt. 47 cm ; Anch. 44 cm ; P. 38 cm
S.1934
Abandonando la idea de realizar un retrato que se parezca a Balzac, Rodin opta por expresar la fuerza creadora del escritor. Se centró en los principales elementos del rostro, la boca, la nariz, los arcos de las cejas, el cabello, y amplificó su relieve para crear potentes contrastes. En ello, la cabeza del Balzac monumental se opone a su cuerpo, drapeado en una bata que el escultor quería fluida y llena de matices.
A Rodin le gustaba utilizar los estudios realizados para sus obras maestras y dar versiones diferentes, por su tamaño y por el material. Así es como confió una ampliación de uno de sus últimos estudios de la cabeza para Balzac a Paul Jeanneney, un ingeniero adinerado que se dedicaba a la alfarería, en talentoso aficionado, para que la realizara en gres. Como su maestro Jean Carriès, Jeanneney tenía una verdadera pasión por el arte de los alfareros japoneses, de los que logró encontrar los efectos de textura y de color.