La Torre del trabajo

Armand Dayot y Jules Desbois le pidieron que coordinara un proyecto escultórico destinado a la Exposición Universal de 1900, sobre el tema del trabajo. Rodin, sensible a esta noción, un valor importante para su visión de artista, y seducido por el aspecto colectivo de la tarea, se mostró entusiasta. El proyecto en yeso del monumento se presenta como una torre alta, taladrada por aperturas, dentro de la que se despliegan en espiral encima de un pilar central, bajorrelieves que representan diferentes actividades humanas relacionadas con el trabajo.

La obra evoca por su forma a la vez las escaleras de los castillos de Blois y de Chambord, la torre de Pisa o también la columna Trajana (Roma, Italia). El movimiento elíptico y ascendente conduce la mirada hacia los bajorrelieves de la cúspide que representan las actividades del poeta, filósofo y artista. Dos figuras aladas, las Bendiciones, reposan en equilibrio encima de un capitel, en la cúspide, recordando que el trabajo está hecho de «amor y alegría». En la base, en la que se abre una cripta, Rodin colocó dos pequeñas figuras del Día y La Noche que simbolizan el movimiento perpetuo del trabajo. El monumento tenía que alcanzar 130 metros de alto, y La Puerta del infierno tenía que servirle de puerta, pero el proyecto nunca llegó a finalizarse.

LA OBRA EN EL MUSEO

Musée Rodin - Meudon, Galería de los yesos

Las obras del museo pueden ser prestadas a otras instituciones. Su permanencia no está garantizada.