El despertar

De la obra El despertar, también conocida como Ninfa Eco, conocemos un mármol no localizado, fechado en 1902, y yesos conservados en el Museo Rodin. Inspirada en las Metamorfosis de Ovidio, la escultura representa a una joven sentada sobre una roca, estirándose en un gesto voluptuoso.

Edward Steichen fotografió El Despertar dos veces, con un encuadre y un punto de vista casi idénticos, pero jugando con la luz, ofreciendo en cada toma una solución muy diferente entre sí. La primera revela la obra con una luz uniforme que ofrece al espectador todos los detalles de la escultura. La segunda ofrece una puesta en escena de El Despertar a contraluz. Una tela intenta suavizar la luz que entra por la ventana del taller, pero la intensidad de esta última transforma la escultura en una silueta, suprimiendo todos los detalles. La iluminación evoca la luz de la madrugada y refuerza los efectos que sugiere el título de la obra, a modo de ilustración metafórica. Es dable imaginar que Steichen solo realizó la primera imagen clásica para atreverse, en la segunda, a una interpretación más atrevida (y en el fondo más justa) de El Despertar.